D i s p l
a s i a d e c a d e r a
en el Pastor Alemán
Radiografía coxofemoral en estensión forzada. P. Alemán con grado 4º de displasia. |
Radiografía coxofemoral en estensión forzada. P. Alemán exento de displasia de cadera. |
La displasia de cadera
es un trastorno del desarrollo postnatal caracterizado por la apariencia
de un grado variable de laxitud de las articulaciones coxo-femorales. Determinado
tardía o precozmente, es una malformación congenita por una mala relación entre
la cabeza del femur y la cadera, debido a que la concavidad del femur se encuentra
aplanada, por lo tanto la falta de concavidad es la que produce la displasia,
que en ocasiones acaba por producir una esteocondritis.
Definición anatómica:
La articulación de la cadera está formada por
acetábulo, que es la cavidad cóncava situada en la confluencia de los tres huesos
que forman el coxal (ilion, isquion y pubis), destinada a albergar la cabeza
del fémur. En el centro del acetábulo existe una depresión cuadrángular rugosa
y no articulada, denominada fosa acetabular, donde se inserta el ligamento redondo
que une el acetábulo a la cabeza femoral.
La cabeza femoral es la superficie semiesférica y lisa destinada a la articulación
del fémur con el acetábulo. Literalmente se continúa con el cuello. Excéntricamente
y en posición media existe una fosa articular (fosa capitis fumaris) destinada
a la inserción del ligamento redondo.
La consideración funcional dinámica, sobre todo durante la locomoción y el salto
o la elevación sobre las extremidades posteriores, es de vital importancia,
pues estas extremidades son las encargadas de producir el impulso y transmitirlo
al tronco, precisamente a través de las articulaciones femorales.
Etiología:
Entre los numerosos factores etiológicos atribuidos a la displasia
de cadera: Una mala crianza del cachorro y los hereditarios entre otros. La
transmisión de la displasia de cadera es de carácter dominante, multifactorial
y poligénica y se determina por varios genes y la influencia de diversas modificaciones
ambientales. La transmisión hereditaria de la displasia de cadera es debida
en un 60% a factores genéticos y un 40% a factores ambientales. Cabe destacar
entre los factores ambientales la alimentación, el ejercicio físico desmesurado
y las alteraciones hormonales. La inestabilidad articular, unida a una deficiente
masa muscular pélvica, determina la presentación y el grado de la enfermedad.
A la izq: displasia unilateral de 4º Grado en el lado izq. Obsérvese la
corrección de encaje del acetábulo derecho en relación al izquierdo. A la drcha: sobreponiendo la plantilla se puede averiguar el grado de displasia. |
Diagnóstico:
Para la obtención de clisés radiográficos correctos debe
someterse al animal a una anestesia total, pues sólo así puede conseguirse
una completa simetría en la radiografía y un grado perfecto de extensión y
flexión de las extremidades posteriores, teniendo en cuenta que el perro debe
situarse en decúbitosupino.
El estudio radiográfico se basa en:
Existe cuatro grados de displasia de cadera:
- Grado I. Desviación
mínima de la normalidad, con subluxación mínima y prácticamente sin existir
alteraciones.
- Grado II. La radiografía será
de una marcada subluxación lateral de la cabeza del fémur, llegando a quedar
fuera del acetábulo de una cuarta parte a la mitad de la cabeza femoral.
Hay además cambios en la forma y exóstosis, tanto en la cabeza femoral como
en el acetábulo.
- Grado III.desplazamiento o luxación
lateral de la cabeza del fémur es total, acompañado de aplanamiento del acetábulo
y de la cabeza femoral. Se observan diversos grados de displasia ósea que
son característicos de la osteosclerosis resultante.
Tratamiento: No existe
un tratamiento totalmente curativo que elimine los síntomas clínicos y haga
desaparecer las lesiones articulares.
Por ello, debemos recurrir a tratamientos de carácter paliativo que en ocasiones
permiten una sensible mejoria de los animales afectados.
No obstante, cabe recordar al respecto que la prevención es el mejor tratamiento.
Tratamiento Médico:be
establecerse una limitación importante del ejercicio físico. Deben administrarse
fármacos (analgésicos y antiinflamatorios) sólamente cuando aparezcan síntomas
clínicos. Esta práctica puede evitar el dolor. Aún así, consulte con su Veterinario.
Tratamiento Quirúrjico:
Si el grado de Displasia es de I a III, este tratamiento debe iniciarse siempre
con la cirugía del músculo pectíneo (pectinectomia). Normalmente, es una operación
carente de riesgos y complicaciones secundarias.
Tiene como fundamento disminuir la tensión bimecánica ejercida a nivel de
la articulación de la cadera por este músculo.
El grado IV de la Displasia debe tratarse quirúrjicamente con la artoplastia
de la cadera.